lunes, 1 de julio de 2024

España: El Destino Turístico Predilecto del Mundo

Este fin de semana pasado, con la excusa de acompañar a nuestras princesas a ver un concierto de "la Jefa", Taylor Swift, hemos hecho una escapada familiar a Dublín. La experiencia no ha estado mal, pero cuando viajamos hoy en día por el mundo, sobre todo los que lo hemos hecho de jóvenes en los 70 u 80, nos damos cuenta de cómo ha cambiado España, para bien, y qué difícil es encontrar un destino que sea mínimamente comparable y donde se puedan encontrar tantas y tan buenas cosas que hacer y que comer como en España. En esos años, cuando viajabas a Francia, Gran Bretaña, Italia o Estados Unidos, todo parecía mejor, más moderno, más atractivo que en España. Hoy es justo lo contrario. Muchos no tienen la suerte de poder comparar, tener esas referencias, y dan lo nuestro por sentado, lo critican incluso, sin tener ni idea de dónde venimos, cómo de largo y laborioso ha sido el camino y cuánto se ha trabajado para llegar donde estamos.

En estos dos días y medio en Dublín, ha sido imposible encontrar un sitio donde comer medio decentemente y, sin embargo, las facturas eran de aúpa, tanto el hotel como los restaurantes. Los pubs muy bonitos, sí, la cerveza muy rica, pero todo carísimo y el servicio tampoco era como para tirar cohetes. Cuando viajas, comparas y cuando viajas hoy en día valoras mucho más lo que hemos conseguido aquí en casa entre todos.

Este año, España se perfila para convertirse en el principal destino turístico del mundo, superando a Francia. Esta conquista no es casualidad, sino el resultado de una combinación única de factores que hacen de España un lugar irresistible para millones de viajeros.

Al llegar a España, uno se encuentra con una asombrosa diversidad de atractivos turísticos. Desde las doradas playas y las cristalinas aguas de las islas, hasta las majestuosas montañas, el país ofrece paisajes para todos los gustos. Las vibrantes ciudades, rebosantes de historia y cultura, ofrecen una experiencia urbana inolvidable.

La riqueza del patrimonio histórico y cultural de España es otro de sus grandes tesoros. Pasear por monumentos históricos, maravillarse ante majestuosas catedrales, recorrer caminos históricos o explorar antiguas ciudades, son solo algunas de las experiencias que esperan a los visitantes. La influencia de las civilizaciones romana, mora y cristiana se refleja en cada rincón, en la arquitectura, las fiestas y las tradiciones que dan vida al país.

La gastronomía española es una atracción en sí misma. Diferentes regiones del país son reconocidas por sus delicias culinarias. Desde el tapeo en un bar hasta una cena gourmet, la dieta mediterránea, famosa por su frescura y sabor, deleita a todos los paladares.

La infraestructura turística de España es ejemplar. Una vasta red de alojamientos que van desde lujosos hoteles hasta acogedores hostales, modernos aeropuertos internacionales, trenes de alta velocidad y carreteras bien mantenidas, facilitan el viaje y la estancia de cualquier visitante. Los servicios turísticos de alta calidad garantizan que cada estancia sea cómoda y agradable.

El clima de España es otro de sus grandes atractivos. Los inviernos suaves y los veranos soleados proporcionan el ambiente perfecto para unas vacaciones en cualquier época del año. La búsqueda de sol y buen tiempo lleva a muchos turistas a elegir España como su destino predilecto.

Los eventos y festivales españoles son mundialmente famosos. Coloridos y animados eventos que atraen a millones de visitantes cada año, ofreciendo una muestra de la cultura y las tradiciones españolas.

Además, España destaca por ofrecer una excelente relación calidad-precio. Alojamiento, comida y entretenimiento son más accesibles que en muchos otros destinos europeos, haciendo de España una opción atractiva para turistas de todos los presupuestos.

El éxito de España como destino turístico también se debe en gran medida al carácter y la actitud de los españoles hacia los extranjeros. Quizás no se hablen idiomas con la facilidad que se hace en otros países, pero lo superamos con simpatía y ganas de agradar, con un espíritu optimista y la alegría de vivir innata que tenemos, que es algo que valoran y aprecian más de lo que pensamos los que nos visitan cada año.

Por último, la seguridad es un factor crucial. España es percibida como un país seguro para viajar, lo que tranquiliza a los turistas y les permite disfrutar de sus vacaciones sin preocupaciones.

Con todos estos elementos combinados, no es de extrañar que España esté a punto de coronarse como el principal destino turístico del mundo. Un país que ofrece algo para cada tipo de viajero, donde la historia, la cultura, la gastronomía y la hospitalidad se unen para crear una experiencia inolvidable.

No lo estropeemos...

lunes, 3 de junio de 2024

La Economía Circular y el Rol Fundamental del Consumidor

 

La transformación del consumidor en un actor consciente y responsable es, sin duda, el mayor reto de la economía circular. No será fácil ni rápido, pero es un cambio necesario para asegurar un futuro sostenible.

En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de proteger el medio ambiente y garantizar la sostenibilidad de nuestros recursos, el concepto de economía circular se presenta como una alternativa revolucionaria a la tradicional economía lineal. Este nuevo paradigma propone un sistema en el que los recursos se reutilizan y reciclan continuamente, minimizando el desperdicio y la extracción de materias primas. Sin embargo, para que esta transición sea efectiva, es imprescindible un cambio profundo en los hábitos de consumo de los ciudadanos.

La economía lineal ha dominado el escenario económico durante casi dos siglos, basándose en un modelo de "extraer, fabricar, usar y desechar". Este sistema, aunque ha permitido el crecimiento económico y el desarrollo industrial y es la base de la economía de mercado, también ha conducido a la explotación excesiva de los recursos naturales y a la generación de grandes cantidades de residuos. Este enfoque no es sostenible a largo plazo, y su permanencia ha sido posible gracias a la conformación de un consumidor que, moldeado por el mercado, compra de manera impulsiva y con una mentalidad de obsolescencia programada.

En contraste, la economía circular se basa en los principios de reducir, reutilizar y reciclar. Los productos están diseñados para durar más tiempo, ser actualizables, reparables y, eventualmente, reciclables al final de su vida útil. Además, este modelo sugiere un cambio radical en la forma en que vemos la propiedad y el uso de los bienes: en lugar de poseer productos, los consumidores podrían acceder a servicios que les proporcionen estos bienes según sus necesidades y circunstancias personales en cada momento vital.

El consumidor es, simultáneamente, la clave de bóveda sobre la que se apoyará esta nueva estructura y el eslabón más débil de la cadena, que determina la resistencia del conjunto. El éxito de la economía circular depende, en gran medida, del comportamiento del consumidor. Este nuevo modelo económico no solo requiere un cambio en la producción y el diseño de productos, sino también en cómo los consumidores toman sus decisiones de compra. El consumidor, que ha sido históricamente programado para comprar por impulso y buscar constantemente novedades, debe ahora transformarse en un actor consciente y responsable.

Para que los consumidores adopten este nuevo rol, es crucial proporcionarles información clara y precisa sobre los productos y servicios que utilizan. La comunicación y la transparencia son herramientas esenciales en este proceso. Los consumidores deben conocer los detalles de los procesos de diseño, fabricación y reciclaje de los productos que adquieren o utilizan. Solo con esta información podrán tomar decisiones informadas y conscientes.

Actualmente, muchos consumidores ignoran los impactos ambientales y sociales de los productos que compran. No saben, por ejemplo, cuántos recursos se utilizan para fabricar un teléfono móvil o cuánta contaminación se genera en el proceso y durante todo su ciclo de vida. Informarles sobre estos aspectos puede ayudar a cambiar sus hábitos de consumo y motivarlos a optar por opciones más sostenibles.

El camino hacia un nuevo consumidor, que actúe como motor de los cambios necesarios para la economía circular, es desafiante. Requiere un esfuerzo concertado de todos los actores involucrados: gobiernos, empresas, organizaciones no gubernamentales y, por supuesto, los propios consumidores. Es fundamental educar a los consumidores sobre la importancia de la sostenibilidad y cómo sus decisiones de compra afectan el medio ambiente. Las campañas de sensibilización deben desempeñar un papel crucial en este sentido, elevando su calidad y profundidad, y tratando a los destinatarios como adultos responsables.

Ofrecer incentivos económicos, como descuentos o beneficios fiscales, para aquellos que opten por productos y servicios sostenibles puede motivar a los consumidores a cambiar sus hábitos. Sin embargo, estos incentivos no deben ser percibidos como una retribución por cumplir con sus responsabilidades ambientales básicas.

Los gobiernos deben implementar políticas que promuevan la economía circular, como la prohibición de productos de un solo uso, la obligación de diseñar productos reparables y reciclables, y la promoción de modelos de negocio basados en servicios en lugar de la propiedad. Existen ya amplias normativas europeas en esta dirección y otras nuevas en fase de aprobación, que deben ser implementadas a nivel nacional, autonómico y local, asegurando que las leyes y ordenanzas aborden todo el ciclo de vida de los productos y no solo la gestión de residuos.

Las empresas juegan también un papel fundamental en la transición hacia una economía circular. No se trata solo de ajustar algunos aspectos operativos, sino de una transformación profunda que abarca todas las etapas del ciclo de vida de sus productos y servicios. Esta colaboración empresarial es esencial para impulsar un cambio efectivo en los hábitos de consumo y, en última instancia, en la sostenibilidad del planeta.

Las empresas deben asumir un compromiso real con la sostenibilidad, incorporando los principios de la economía circular en todas sus operaciones. Desde la concepción de un producto, las empresas deben pensar en cómo hacerlo duradero, actualizable, reparable y, al final de su vida útil, reciclable. El diseño debe minimizar el uso de materiales vírgenes y favorecer aquellos que se pueden reutilizar o reciclar fácilmente. Adoptar tecnologías y procesos innovadores que reduzcan el consumo de energía, agua y materias primas, y que minimicen las emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes, es esencial.

Implementar sistemas eficientes de gestión de residuos en sus procesos y asumir su responsabilidad ampliada como productor es fundamental. Esto incluye trabajar en colaboración con otros actores de la cadena de valor para cerrar el ciclo de los materiales, promoviendo la “simbiosis industrial”, donde los residuos de un operador se convierten en materia prima de otro. Desarrollar modelos de negocio basados en la prestación de servicios en lugar de la venta de productos, como ofrecer servicios de leasing, reparación y actualización de productos, en lugar de fomentar la compra de nuevos productos, también es clave. Este enfoque permite a las empresas tener un conocimiento más profundo de las necesidades del cliente, fomentando la fidelización y el ajuste continuo de sus productos y servicios.

Para que los consumidores adopten hábitos de consumo responsables, es esencial que las empresas sean transparentes y proactivas en la comunicación de sus prácticas sostenibles y las características de sus productos. Las etiquetas de los productos deben ser claras, detalladas y comprensibles, proporcionando información sobre el origen de los materiales, la huella de carbono, la durabilidad, las posibilidades de reparación y las instrucciones para el reciclaje. Estas etiquetas deben reflejar con precisión cómo de "circulares" son los productos.

Los materiales de marketing y promoción deben ir también más allá de la simple publicidad, y actuar como herramientas educativas que informen a los consumidores sobre los beneficios ambientales y sociales de optar por productos y servicios sostenibles. Las empresas deben ser transparentes sobre su cadena de suministro, mostrando cómo cada etapa del proceso respeta los principios de la economía circular. Esto incluye la trazabilidad de los materiales y el compromiso con proveedores que también adopten prácticas sostenibles.

Obtener y mostrar certificaciones reconocidas, como las del Cradle to Cradle, B Corp, ISO 14001 u otras, o adoptar medidas y prácticas sostenibles reales, visibles para el cliente, puede aumentar la confianza del consumidor en la sostenibilidad de los productos y las empresas y se convierte de forma creciente en una ventaja competitiva. La sostenibilidad, la real, no el “greenwashing”, vende y cada vez más.

Es imperativo que cada empresa, independientemente de su tamaño o sector, se comprometa con estos principios y trabaje activamente para educar y empoderar a sus consumidores. Solo a través de un esfuerzo conjunto y concertado podremos lograr un cambio significativo y duradero hacia una economía que respete los límites del planeta y garantice la prosperidad para las generaciones futuras.

La economía circular es esencial para la sostenibilidad y la supervivencia de nuestra especie en un planeta con recursos finitos. Sin embargo, para que este modelo sea efectivo, es imprescindible que los consumidores asuman su papel esencial como motores del cambio. La transformación del consumidor es, sin duda, el mayor reto de la economía circular. No será fácil ni rápido, pero es un cambio necesario para asegurar un futuro sostenible. Empezar a trabajar en modificar los hábitos y motivaciones de consumo cuanto antes es crucial. Solo así podremos construir una economía que no solo sea próspera, sino también respetuosa con el medio ambiente y sostenible a largo plazo. La responsabilidad recae en cada uno de nosotros, y nuestras decisiones diarias pueden marcar la diferencia en el camino hacia un planeta con futuro.

Publicado en la revista Residuos Profesional del 29 de mayo de 2024 

https://www.residuosprofesional.com/economia-circular-rol-fundamental-consumidor/


lunes, 29 de abril de 2024

El confort acústico: Más que silencio, calidad sonora.

En un mundo en el que el ruido se ha convertido en una constante, el reciente Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, celebrado el 24 de abril, nos invita a reflexionar sobre un aspecto fundamental pero muchas veces olvidado: el confort acústico. Este concepto va más allá de simplemente eliminar el ruido, abordando la calidad sonora de nuestros entornos, desde nuestras viviendas hasta nuestras ciudades. 

En España, como en muchos otros lugares, históricamente se ha pasado por alto la importancia del acondicionamiento acústico en la planificación y construcción de edificaciones. Esta omisión ha generado décadas de problemas de convivencia, con los "ruidos vecinales" encabezando la lista de quejas y denuncias por contaminación acústica. Pero ¿cuál es la diferencia entre acondicionamiento acústico e insonorización?  

El acondicionamiento acústico se refiere a la optimización del ambiente sonoro de un espacio para garantizar el confort acústico, asegurar que el sonido presente en ese espacio sea adecuado para las actividades desarrolladas. Por otro lado, la insonorización o aislamiento acústico consiste en impedir que el sonido se propague de un espacio a otro, evitando la interferencia no deseada entre ellos. 

Es fácil confundir estos términos, pero comprender sus diferencias es fundamental para abordar adecuadamente los problemas de ruido. Mi hipótesis personal es que parte de la cultura del ruido en España, el que seamos un pueblo de “gritones” ruidosos, al que le sorprende lo bajito que se habla en espacios públicos, interiores o exteriores, de países del resto de Europa, se origina en la falta de atención al acondicionamiento acústico en espacios cotidianos como las aulas, en las que pasamos gran parte de nuestra infancia y juventud, o restaurantes, bares y cafeterías y lugares de trabajo, en los que transcurre gran parte del resto de nuestras vidas. Nos acostumbramos a gritar para hacernos entender desde niños y eso es complicado de revertir.  

La realidad es que, en muchos casos, nuestras vivencias diarias se ven afectadas por espacios con una acústica deficiente, caracterizados por reverberaciones y ecos que dificultan la comunicación y generan incomodidad. Esta situación no solo afecta nuestra calidad de vida, sino que también puede tener consecuencias para nuestra salud, contribuyendo a niveles de ansiedad y estrés asociados con la vida en entornos urbanos ruidosos. 

Por lo tanto, es imperativo que las condiciones acústicas se consideren desde las fases tempranas de diseño y construcción de edificaciones, incluyendo no solo viviendas, sino también locales de ocio, oficinas, colegios y todo tipo de alojamientos. Esto implica no solo la adopción de medidas de insonorización adecuadas, sino también la incorporación de elementos que mejoren la calidad sonora de los espacios, potenciando el necesario confort acústico. 

Pero el problema del ruido va más allá de nuestros edificios. El ruido del tráfico, las infraestructuras de transporte y las actividades industriales también deben abordarse en el planeamiento urbano. Es hora de incorporar el concepto de "paisaje sonoro" en nuestras ciudades, buscando la multiplicación de "espacios tranquilos" que permitan el descanso y el relax de los ciudadanos. 

Estos espacios tranquilos no necesariamente deben coincidir con zonas verdes, aunque estas también juegan un papel importante en la mitigación del ruido urbano. La clave está en diseñar ciudades que promuevan la calidad sonora en todos sus rincones, ofreciendo a sus habitantes entornos que fomenten la salud y el bienestar. 

En resumen, el confort acústico va más allá de reducir el ruido. Se trata de crear entornos sonoros que sean adecuados para nuestras actividades diarias, que promuevan la comunicación, el descanso y la salud mental. Es hora de que España y el mundo en general den un paso adelante en la consideración de la acústica como un aspecto fundamental del diseño urbano y arquitectónico. 

miércoles, 3 de abril de 2024

¿Programa “Martín Cortés”? El Sueño de un Erasmus Iberoamericano.

 

El próximo viernes 12 de abril, el cineasta José Luis López-Linares nos invita a un viaje cinematográfico a través de la rica y compleja historia de Hispanoamérica con su última película, "Hispanoamérica, Canto de Vida y Esperanza". En un mundo donde la información y el conocimiento son pilares fundamentales para el entendimiento y la cooperación, este documental destaca la necesidad urgente de explorar y comprender nuestra historia común, así como la diversidad cultural que nos une. 

Uno de los resultados más esperados de este proyecto, de los mismos autores de "España, la primera globalización", sería el entierro definitivo de la llamada "leyenda negra" sobre el imperio español, un mito que ha pervivido durante siglos y que ha contribuido a distorsionar nuestra percepción de la historia, creado y promovido por países competidores, pero que históricamente ha encontrado tanto eco entre nuestros conciudadanos, fruto principalmente del desconocimiento. Según leemos en la web del proyecto "Con entrevistas a numerosos historiadores y diversos expertos en la materia, fundamentalmente Americanos, la película mostrará nuestra Historia compartida durante más de 300 años a través del esplendor visual que constituye el patrimonio arquitectónico, pictórico, escultórico y musical de la época, aún vigente a día de hoy", lo que entiendo ayudará, a derribar estereotipos y a fomentar un entendimiento más profundo y equilibrado de nuestro pasado común y, sobretodo, nuestro potencial futuro. 

En este contexto, surge esta idea, fruto de una noche de insomnio, una propuesta que podría transformar la manera en que España y los países de Hispanoamérica se relacionan y se comprenden mutuamente: un programa de intercambio estudiantil similar al Erasmus, con sus mismas características y ayudas económicas estructuradas. Esta iniciativa no solo fortalecería los lazos entre las naciones iberoamericanas, sino que también contribuiría al crecimiento personal y académico de los estudiantes involucrados. 

Para comprender la importancia de este proyecto, es fundamental analizar la situación actual de la educación superior en España y en los países de Hispanoamérica. Según datos del Banco Mundial, en 2020 había aproximadamente 20 millones de estudiantes universitarios en Hispanoamérica, una cifra que refleja la creciente demanda de educación superior en la región. Sin embargo, a pesar de esta realidad, los intercambios estudiantiles entre España y los países de Hispanoamérica siguen siendo limitados en comparación con otras regiones del mundo. 

La tendencia hacia la globalización y el fortalecimiento de proyectos regionales resaltan la importancia de la movilidad académica, una realidad a la que la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) busca responder de manera efectiva. Sin embargo, según datos de dicha organización, Iberoamérica se posiciona como la segunda región con menor participación en intercambios académicos, representando apenas el 1,14% del total mundial. Las dificultades tradicionales para consolidar programas de movilidad en la región se han visto agravadas por la pandemia de la Covid-19. Sin embargo, esta coyuntura, aunque complica los intercambios tradicionales, también puede abrir nuevas oportunidades. 

En este contexto, la OEI se ha aliado con diversos actores regionales para desarrollar programas que satisfagan las necesidades de movilidad académica en Iberoamérica. Estos programas buscan fortalecer el espacio compartido de educación superior e investigación, promoviendo la movilidad académica internacional en modalidades presenciales y virtuales. 

Entre los programas destacados se encuentra el "Programa Paulo Freire", diseñado para fomentar la movilidad académica de estudiantes de programas de formación del profesorado. Asimismo, el "Programa Paulo Freire Plus" ofrece becas para estudios doctorales en universidades iberoamericanas. Además, el "Programa de Intercambio y Movilidad Académica (PIMA)", financiado por la Junta de Andalucía, facilita intercambios académicos dentro de redes de cooperación universitaria, pero hablamos de cientos de participantes, como mucho, cada año en estos programas. 

En contraste, el programa Erasmus ha sido un pilar fundamental de la movilidad estudiantil en Europa desde su creación en 1987. Cada año, miles de estudiantes europeos tienen la oportunidad de estudiar en el extranjero gracias a las ayudas económicas y a las alianzas entre universidades que ofrece este programa. Justo hace unos días la Comisión Europea publicó los datos 2022 del programa Erasmus +, la versión actual del programa, que incluye a estudiantes de másteres, profesores y estudiantes de formación profesional. En dicho informe, España destaca como el principal destino de estudiantes del programa, superando a Italia y Alemania, con alrededor de 143,000 estudiantes acogidos durante ese año y mostrando una tendencia al alza constante, a excepción del impacto de la pandemia en 2020. Además, cerca de 100,000 estudiantes españoles optaron por continuar sus estudios en otros países europeos en el mismo año, lo que refleja una alta movilidad estudiantil, contribuyendo así al enriquecimiento cultural y académico de la región, convirtiendo a nuestro país en el principal destino y emisor de estudiantes en este programa. 

La implementación de un programa de intercambio estudiantil entre España y los países de Hispanoamérica requeriría una estrecha colaboración público-privada, aprovechando el apoyo de las grandes empresas españolas que operan en la región, así como de las empresas latinoamericanas con presencia en España. Esta colaboración no solo garantizaría la viabilidad financiera del programa, sino que también enriquecería la experiencia de los estudiantes al proporcionar oportunidades de prácticas y networking en el ámbito empresarial. 

Pero más allá de los aspectos históricos y políticos, un Erasmus Iberoamericano tendría un impacto tangible en la vida de miles de estudiantes. Les brindaría la oportunidad de sumergirse en nuevas culturas, ampliar sus horizontes académicos y personales, y desarrollar habilidades interculturales vitales en el mundo globalizado en el que vivimos. 

En resumen, la creación de un programa de intercambio estudiantil entre España y los países de Hispanoamérica sería un paso crucial hacia la construcción de puentes educativos y culturales que fortalezcan nuestra identidad común y promuevan la cooperación y el entendimiento mutuo. Al igual que el estreno de "Hispanoamérica, Canto de Vida y Esperanza", este proyecto nos invita a reflexionar sobre nuestra historia compartida y a imaginar un futuro más unido y próspero para todos los ciudadanos de la comunidad iberoamericana. 

Programa “Martín Cortés” podría ser el nombre de este programa. Martín Cortés Malintzin, era el hijo de Hernán Cortés y “La Malinche”, también conocida como Doña Marina o Malintzin. Nació en 1522, poco después de la caída de Tenochtitlán, la capital del Imperio Azteca. Su nacimiento simbolizó la unión entre los mundos indígena y español en el contexto de la conquista de México. Martín Cortés fue uno de los primeros mestizos nacidos de la unión entre un conquistador español y una mujer indígena, y su historia refleja la complejidad, pero también la riqueza y la igualdad de las relaciones sociales e interculturales en el Imperio Español desde sus orígenes, que lo hacen, a su vez, tan peculiar, original y extraordinario. 

miércoles, 13 de marzo de 2024

No recicles, sólo separa: una nueva perspectiva sobre la gestión de residuos.


En la búsqueda de una gestión de residuos más eficiente y responsable, es esencial reconsiderar la manera en que abordamos nuestra participación como ciudadanos.

Por décadas, se nos ha instado a "reciclar" nuestros residuos, de los que generamos casi 500 Kg al año cada español, por cierto, sin embargo, es crucial entender que los ciudadanos no son los responsables directos del proceso de reciclaje. Este es un proceso industrial, realizado por empresas especializadas, cuando los materiales se recolectan de los centros de procesamiento de residuos municipales o provinciales o directamente de los grandes generadores de desechos, como industrias, supermercados y grandes establecimientos de distribución. 

Estas empresas recicladoras, que se especializan en distintas fracciones de residuos como plásticos, papel, metales, aparatos eléctricos y electrónicos (los denominados RAEEs), neumáticos fuera de uso, etc., operan bajo mandato o por cuenta de los sistemas de responsabilidad ampliada de los productores (SCRAPS). Estos sistemas, como ECOEMBES, ECOVIDRIO, ECOTIC, SIGNUS, entre otros, están formados por las empresas fabricantes de productos o envases, constituidos para gestionar el importe que se cobra al consumidor al adquirir un producto y cubrir los costos de recogida y gestión de los residuos generados por sus productos o envases, compensando tambień a las administraciones locales por los gastos adicionales asociados a esta gestión de recogida separada selectiva. 

Los montos que estos sistemas colectivos abonan a las administraciones locales por los materiales recogidos son más elevados cuando las fracciones vienen separadas "desde origen", es decir, cuando los ciudadanos las separan en sus hogares o establecimientos. Por otro lado, si los materiales llegan a las plantas de tratamiento mezclados en el contenedor gris u otro contenedor inapropiado, el precio recibido por estos materiales, una vez seleccionados y separados, es menor.  Es decir, se paga más por una botella de plástico que haya llegado al centro después de haber sido depositada en el contenedor amarillo, que si llegó desde un contenedor gris y debió ser extraída de entre los residuos mezclados, manual o mecánicamente.

Este enfoque tiene un impacto positivo en los costos totales de gestión de residuos para las administraciones locales. Poniéndolo en términos sencillos, si recoger y gestionar los residuos le cuesta a una administración 10 millones de euros al año, pero luego recibe 2 millones por la venta de materiales recogidos separadamente o separados en la planta, el coste final será de 8 millones de euros. Esta sencilla ecuación adquiere mayor relevancia, cuando el coste, total y real, de recogida y tratamiento de los residuos deben sufragarlo proporcionalmente todos los ciudadanos mediante una tasa municipal de residuos, algo que la Unión Europea y la nueva ley de residuos aprobada en 2022, establecen como obligación en los municipios a partir de 2025. 

Por tanto, la clave no es pedir a los ciudadanos que "reciclen", sino más bien incentivar la acción de "separar" los residuos en sus hogares y depositarlos en los contenedores correspondientes en las vías y espacios públicos. 

Ante algunas preguntas frecuentes y “mitos urbanos” que surgen en relación con estos procesos, es importante proporcionar respuestas claras. La noción de que no tiene sentido separar los residuos en casa si luego se mezclan en las plantas de tratamiento, “para qué voy a reciclar si luego lo juntan todo”, como hemos oído tantas veces, carece de fundamento.  

Como hemos mencionado, las empresas recicladoras valoran más positivamente los materiales separados desde el origen, lo que significa que no tendría sentido volver a mezclarlos en la planta, porque habría que separarlos de nuevo, si se quiere recibir un importe por su venta y eso supondría recibir un menor precio. Como vemos, no tiene ningún sentido juntar nada que venga ya separado... 

Otro mito común o más bien excusa habitual, es que las personas no saben en qué contenedor depositar sus residuos. Sin embargo, las encuestas y la experiencia de veinticinco años de sistemas de gestión de residuos en funcionamiento sugieren lo contrario. Aunque puede haber dudas ocasionales, los ciudadanos están bien informados de la separación de residuos, y hay muchos canales disponibles para obtener información adicional si es necesario en casos concretos. 

En resumen, es fundamental que los esfuerzos destinados a aumentar las tasas de reutilización y reciclado de residuos se centren en instar a los ciudadanos a separar y depositar adecuadamente SUS residuos. Los sistemas de responsabilidad ampliada, las administraciones locales y las empresas privadas prestadoras de servicios públicos deben liderar campañas de concienciación que promuevan este enfoque más práctico y efectivo. 

Al adoptar esta nueva perspectiva y cambiar nuestra narrativa de "reciclar" a "separar", estamos allanando el camino hacia una gestión de residuos más eficiente, sostenible y responsable. Reciclar es complejo, suena complicado, separar es sencillo, cualquiera puede hacerlo. Es momento de empoderar a los ciudadanos para que tomen medidas concretas y se responsabilicen de su parte en la reducción, no olvidemos que el mejor residuo es el que no se produce, la separación y el reciclaje de residuos, contribuyendo así al cierre del círculo de la Economía Circular, la protección del medioambiente y a la construcción de un futuro más limpio y saludable para todos. 

¡No recicles, SEPARA!