lunes, 3 de octubre de 2011
¡Adiós Despeñaperros, adiós!
martes, 5 de abril de 2011
El carácter de un Líder extra-ordinario

Cuando la gente toma la decisión de seguirte (ya sea conscientemente o no), lo hacen básicamente por dos razones: Tu Carácter (tu Talante) o tu Talento. Quieren saber si eres el tipo de persona a la que seguirían y si posees el Talento y el Talante necesarios para llevarlos aún más lejos. Estas notas tratan de los rasgos de carácter que mueven a la gente a seguir a un líder.
1. Integridad. La integridad consiste en hacer lo que dices que harás. Mereces su confianza. La gente puede confiar en ti. Cumples tus promesas. La única cosa que impediría que te siguieran es dudar de que los llevarás adónde dices que lo harás. ¿Eres conocido por tu integridad? Si es así, ¡serás un Líder Extra-ordinario!
2. Optimismo. ¡La gente no sigue a los que hablan de un futuro peor! Prefieren seguir a los que pueden ver más allá del presente, a los que dicen saber que hay algo mejor y ¡que son capaces de llevarles hasta allí! ¿Eres de los que ven la copa medio vacía? Entonces eres un pesimista. ¿Medio llena? Un optimista. ¿Completamente llena – mitad de aire y mitad de agua? ¡Un Súper Optimista! ¿Eres conocido por tu optimismo? Si es así, ¡serás un Líder Extra-ordinario!
3. Partidario del Cambio. Los líderes saben reconocer la necesidad de un cambio, y lo aceptan de buena gana. En principio los seguidores preferirían quedarse como están. Los líderes necesitan percibir los beneficios del cambio y anunciárselos a sus seguidores. ¡Para crecer tienes que cambiar! ¿Eres conocido por ser partidario del cambio? Si es así, ¡serás un Líder Extra-ordinario!
4. Asumir Riesgos. Siempre que probamos algo nuevo estamos asumiendo riesgos. Es parte del proceso de crecimiento y no se puede evitar. Mucha gente es alérgica a los riesgos. ¡Los Líderes no lo son! Calculan los riesgos y los beneficios que éstos generarán. A continuación informan a sus seguidores, y ¡adelante, hacia un mañana mejor! ¿Eres conocido por asumir riesgos? Si es así, ¡serás un Líder Extra-ordinario!
5. Tenacidad. La tendencia de un seguidor es abandonar cuando la cosa se pone difícil. Después de dos o tres intentos su consigna pasará a ser “Si no lo consigues a la primera, ¡abandona y prueba con otra cosa!". ¡Los Líderes no son así! Saben que bajo ese muro de piedra se esconde algo que merece la pena, y no descansarán hasta conseguirlo. ¡Y cuando lo consigan los demás les seguirán! ¿Eres conocido por tu tenacidad? Si es así, ¡serás un Líder Extra-ordinario!
6. Provocar una Reacción. Un Líder es en definitiva alguien que mueve a la gente. Es capaz de hacerles abandonar la comodidad de sus vidas y ¡adelante, el futuro nos espera! Es capaz de despertar pasión, entusiasmo, y de hacer que sus seguidores pasen a la ACCIÓN. ¿Eres conocido por hacer reaccionar a la gente? Si es así, ¡serás un Líder Extra-ordinario!
7. Dedicación/Compromiso. Los seguidores prefieren a aquellos que muestran más dedicación y compromiso que ellos mismos. Al primer signo de falta de compromiso, saldrán corriendo. Si el Líder que se supone es capaz de ver más allá flaquea, mejor ser los primeros en abandonar el barco. La gente sigue a aquellos que perseveran porque son capaces de comprender la importancia de su trabajo y de sus metas. ¿Eres conocido por tu dedicación y compromiso con tus metas? ¡Si es así, ¡serás un Líder Extra-ordinario!
lunes, 7 de marzo de 2011
Tus palabras marcan la diferencia

“Lo que hace al Elogio valioso, como al oro y a los diamantes, es su escasez”
Samuel Johnson
Cuenta Colin L. Powell en su autobiografía, “Mi Viaje Americano”, una anécdota de sus tiempos como Coronel en Corea.
Powell había realizado un gran esfuerzo para cumplir los deseos de su comandante, el General de División "Gunfighter" Emerson. No era una orden con la que él estuviese de acuerdo, pues se trataba de intentar impresionar a un dignatario de visita. Powell sentía que el ejercicio era una pérdida de tiempo y energía para sus hombres. Sin embargo cumplió las ordenes y llevó a cabo la tarea.
Una vez finalizado aquél tormento, Powell se sintió como un farsante. Cabizbajo, se encontraba visiblemente avergonzado. Un sargento primero tropezó con él mientras se alejaba. "Ha sido para morirse de risa, ¿no es cierto señor?"
"Ha sido una idiotez," exclamó Powell. "Odio ver a las tropas haciendo tonterías, y odio ser yo el único responsable."
El sargento permaneció un rato en silencio. "Coronel Powell, no se preocupe. No sabíamos de qué se trataba, pero los hombres saben que algo tan estúpido no puede haber sido únicamente idea suya. Creen en Usted. No se lo tomarán en cuenta. Lo hicimos porque Usted nos necesitaba. Relájese. Señor."
Lo que realmente me impresionó de la historia del General Powell fue el párrafo siguiente. "En todos mis años en el Ejército nada me ha emocionado tanto como las palabras de aquél sargento en aquellas horas bajas, por encima de las menciones, medallas y promociones, por encima de todos los honores."
He aquí a uno de los hombres más admirados y respetados del mundo profundamente conmovido por las palabras amables y comprensivas de un subordinado. Seguramente aquel sargento ni siquiera recuerda lo que le dijo aquella noche a Colin Powell.
En alguna ocasión a lo largo de vuestra vida, seguro que hubo alguien cuyas palabras de ánimo o de estímulo resultaron cruciales en un momento importante.
Todos somos capaces de influir en los demás. Y casi nunca nos damos cuenta de cómo nuestras palabras pueden impresionar a otros. Nuestras palabras, nuestros actos, nuestro carácter, pueden dejar una huella imborrable en otras personas. Si buscáramos constantemente la manera en que podemos animar y apoyar a los demás, sin duda marcaríamos la diferencia.
¿A quién puedes animar o reconocer hoy?