Esta historia llegó a mis manos hace varios años y la he contado en más de una presentación, una vez hasta la conté en francés para un auditorio de más de 800 personas en París!!. La he leído en varias versiones e incluso me ha llegado convertida en power point con algún e-mail. A mi me gusta esta versión y sobre todo la parte final del par de cervezas.
Un profesor de filosofía estaba en pie frente a sus alumnos con unos cuantos objetos frente a él sobre su mesa. Cuando comenzó la clase, sin decir una palabra tomó un gran bote de mayonesa vacío y lo llegó con piedras de unos 4 cm de diámetro.
Entonces preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno, todos ellos confirmaron que si lo estaba. Así que entonces el profesor tomó una caja con chinos y los vertió en el bote. Agitó el bote ligeramente y los chinos, por supuesto, rodaron hacia las zonas vacías entre las piedras.
De nuevo preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Todos asintieron.
El profesor levantó entonces una caja llena de fina arena y comenzó a echarla en el bote. Por supuesto la arena llenó todos los espacios vacíos que aun quedaban.
Una vez más preguntó si el bote estaba lleno. Los estudiantes respondieron todos al unísono “SI”.
Entonces el profesor sacó dos latas de cerveza de debajo de la mesa y procedió a verter todo su contenido en el bote, empapando la arena y ocupando todo el espacio disponible aun. Los estudiantes rieron y rieron.
“Pues ahora”, dijo el profesor, a medida que cesaban las risas, “quiero que reconozcáis que este bote representa vuestra vida. Las piedras son las cosas importantes: vuestra familia, vuestra compañera o compañero, vuestra salud, vuestros hijos, cosas que, si todo lo demás se perdiese y sólo ellas permanecieran, vuestra vida seguiría estando llena.”
” Los chinos son las otras cosas que también importan, como vuestro trabajo, vuestra casa, vuestro coche…”
”La arena es todo lo demás. Las cosas pequeñas. Si ponéis la arena en el bote lo primero” continuó, “no habrá sitio para nada más, ni para los chinos ni para las piedras. Lo mismo ocurre en vuestra vida. Si usáis vuestro tiempo y energías con las cosas pequeñas, nunca tendréis sitio para las cosas que son importantes para vosotros. Poned atención en las cosas que son críticas para vuestra felicidad. Jugad con vuestros hijos, encontrad tiempo para haceros un chequeo médico, llevad a vuestra compañera a bailar... Siempre habrá tiempo para ir a trabajar, limpiar la casa, hacer una fiesta y tirar la basura después”.
”Ocuparos de las piedras primero, de las cosas que realmente importan. Estableced vuestras prioridades. El resto es sólo arena…”
Uno de los estudiantes levantó entonces la mano y preguntó “¿Qué representa la cerveza?”
El profesor sonrió. “Me alegra que me hagas esa pregunta. Simplemente sirve para ilustrar que, no importa como de llena esté vuestra vida, siempre habrá sitio para un par de cervezas...”
¿Y por qué no nos las tomamos un dia de estos?
ResponderEliminarCómo, Kikas, no estás de vacaciones? La semana que viene sin falta, que este finde tengo plan...
ResponderEliminarPues la semana que viene te doy varias opciones;
ResponderEliminarSantiago de Chile, Buenos Aires, Rio de Janeiro, Sao Paulo, Brasilia, Bogotá y Quito
Tú me dices el día y yo te digo dónde ;-)
Qué bonito periplo!!!
ResponderEliminarRio y Sao Paulo los conozco, Brasilia como que puede ser aburridísima, casi me quedo con Buenos Aires.
Espero que tus nuevos territorios de caza te den para muchas entradas del blog. Por cierto, una compañera de la oficina se va de vacaciones a Australia y Nueva Zelanda y yo le he dicho, pues para saber qué hacer en NZ leeté el blog de mi amigo Kikas...De nada!
Marqués, lo terrible es equivocarte y confundir la arena con las piedras grandes y llenar tu vida de lo que crees importante pero se diluye con una cerveza...
ResponderEliminarSi puedes continuar la historia rellenando el bote de otra manera sería fantástico. Quizás a algunos nos diese pistas de lo importante de nuestra vida.
Gracias
Gracias a ti Anónimo!
ResponderEliminarEs cierto que es a menudo lo que hacemos, meter primero la arena y encima regarla con cerveza, lo cual puede crear un "mazacote" impenetrable. Pero...mientras nos demos cuenta de ello a tiempo y no llenemos completamente el bote con esta masa, siempre habrá tiempo de que esta sea sólo la base sobre la que asentemos la piedras importantes. Y quién sabe, con el tiempo puede que hasta el peso de éstas desplace la arena a los bordes...
Bueno, bueno, qué filosófico nos ha quedado esto, no? Genial!!