lunes, 30 de marzo de 2009

Aprende como si fueses a vivir para siempre

Aprende como si fueses a vivir para siempre.Vive como si fueses a morir mañana.

John Wooden

Entrenador de la NBA

“Qué rápido avanza la tecnología!”, “Qué velocidad!”, “Cómo cambia todo en poco tiempo...!” 

Seguramente resultan tópicos que todos usamos en uno u otro momento en nuestras vidas, pero al mismo tiempo y probablemente por eso mismo, son expresiones de una verdad aplastante. Lo cierto es que en poco menos de un siglo la humanidad ha pasado de una realidad relativamente primitiva, en todo lo que hace referencia al trasporte, las comunicaciones, los medios de producción, la tecnología, etc.,  a un presente que cada día nos trae nuevos adelantos, nuevas fronteras, nuevos retos, nuevos medios, nuevas maravillas de la ciencia que, al mismo tiempo que nos sorprenden y deslumbran, ayudan a crear una realidad más rica, más completa. O quizás alguno dirá que nos complican la vida aún más...

Eso en realidad depende de cada uno de nosotros.

Fijaros en un detalle por ejemplo. Todos habéis visto o habéis tenido en vuestras manos una de esas tarjetas de felicitación que cuando se abren suena el cumpleaños feliz o un villancico u otra cancioncilla, verdad?. Pues bien, la capacidad informática que tiene esa tarjeta en su interior es mayor que la que existía en todo el mundo antes de 1950. Increíble, verdad?.  Pero afortunadamente, si algo ha conseguido  esta “revolución” de la “edad de la información” en la que nos encontramos inmersos, es cambiar los viejos patrones que regían nuestras vidas. Según los viejos esquemas forjados en la Revolución Industrial, nuestro destino como seres humanos era adquirir unas capacidades, encontrar un trabajo estable para toda la vida y, al alcanzar la edad de jubilación, convertirnos en seres prácticamente inútiles para la sociedad y malvivir durante el resto de nuestras vidas dependiendo del estado, de nuestros parientes o de los ahorros que hubiésemos podido acumular durante nuestros años “útiles”. Hoy en día en cambio, gracias a la “avalancha” tecnológica y la entrada en la edad de la información, nuestra utilidad para la sociedad no depende ya de nuestro historial profesional sino de nuestras capacidades actuales, de lo que sabemos hacer HOY. En cierta medida hemos vuelto a crear una “nueva frontera” donde lo que se valora es nuestra utilidad para la sociedad por encima de edad o estatus.

Bill Gates dijo, “Nuestra empresa sólo tiene un activo –la imaginación humana.” Si eliminásemos todos los edificios y oficinas de Microsoft, todos los ordenadores, todos los activos físicos, dónde estaría esa empresa? Pues prácticamente en el mismo sitio, pues hoy en día el valor de una compañía está en sus “ideas”, no en sus posesiones.

Todo esto es una gran noticia para el individuo, pues la utilidad vuelve a estar de moda. Si puedes cultivar tus habilidades, sigues aprendiendo nuevas cosas, aprendes a usar los ordenadores y las nuevas herramientas que la tecnología pone a tu alcance, aprendes un idioma o te conviertes en un experto en cualquier tema, te conviertes en una persona útil, valiosa, competitiva. Y no importará tu edad o tu historia... De ahí la cita que he incluido como encabezamiento de estas líneas.

Realmente estamos ante una “Nueva Frontera” y contrariamente a lo que sucedía antes cuando al retirarnos nos enfrentábamos nerviosos a un futuro incierto lleno de penurias, hoy en día con un compromiso firme de crecimiento personal a través del aprendizaje, podemos ser y sentirnos tan útiles a la comunidad como estemos de motivados para ello.

En suma, cuando más aprendamos sobre el futuro, más motivados estaremos para ser una parte valiosa del mismo.

No dejéis de aprender nunca.

viernes, 27 de marzo de 2009

El miedo mata a más gente que la muerte.

General George Patton

 Uno de los secretos mejor guardados del mundo, como asegura Steve Chandler en su libro “100 maneras de automotivarse”, es que al otro lado de tus miedos hay algo seguro y beneficioso esperándote. Incluso si pasas a través de una fina “cortina de miedo”, aumentarás la confianza que tienes en tu capacidad para crear tu propia vida.

 Siguiendo con la frase del General Patton que encabeza esta carta, la muerte nos mata una vez y generalmente no nos enteramos, pero el miedo nos mata una y otra vez, sutilmente a veces pero brutalmente otras. Sin embargo, si persistimos en huir de nuestros miedos, éstos nos perseguirán como perros de caza incansables. Lo peor que podemos hacer es cerrar los ojos y pretender que no existen, porque entonces siempre estarán ahí, esperándonos y martirizándonos.

 A los miedos tenemos que hacerles frente de cara, con decisión, enfrentarnos a ellos, retándolos. Cuando esto hagamos comprobaremos como se desvanecen, desaparecen, se convierten en humo y nos hacen sonreír al pensar cómo temíamos a algo que era tan tonto, tan nimio.

 La satisfacción que produce vencer un miedo, es como cruzar una cascada por debajo, y nos produce tal estado de aceleración y satisfacción que nos cargará de energía para superar cualquier obstáculo.

Busca tus miedos, identifícalos, se consciente de que los tienes, ya sea a hablar en público, a presentar tu negocio por teléfono, a darle tu tarjeta a un desconocido, a hablar con alguien que no conoces con el que viajas en un autobús... y confróntalos, plantéate el reto de vencerlos antes de que ellos sigan bloqueándote. Emerson dijo, “la mayor parte del coraje, consiste en haberlo hecho antes”. El miedo a hacer algo sólo se puede curar haciéndolo, ya verás como pronto tu confianza y autoestima se incrementan considerablemente por haber sabido vencer tu miedo o miedos particulares. Y la próxima vez que te encuentres un poco bajo de espíritu o desmotivado, busca algo más que temas y hazlo, ya verás lo que ocurre.

Fracaso ES experiencia

adversarum impetus rerum viri fortis non vertit animum.
La adversidad no puede con el hombre valiente.

 Lucio Anneo Séneca

 Mucha gente, al oír la palabra “fracaso” piensa que es el final, en lugar de lo que realmente es, experiencia. Después de todo, como alguien dijo, experiencia no es lo que le ocurre a un hombre sino lo que un hombre hace con lo que le ocurre.

Para tener éxito tenemos que  considerar los fracasos y obstáculos como otras formas de aprender. Nadie, absolutamente nadie, pasa por esta vida sin cometer errores ni encontrar obstáculos. Después de todo, si no tropiezas en el camino probablemente es que no estás avanzando... Lo que es fundamental es recordar siempre que estos obstáculos y desalientos están ahí para que aprendamos de ellos, no para que nos centremos en ellos.

Si el fracaso es como una puerta que se ha cerrado, encuentra una nueva para abrir, si el obstáculo es una barrera en tu camino, encuentra un desvío. Hagas lo que hagas encuentra una alternativa, no te bloquees.

Recuerda que casi nadie triunfa a la primera. Todos los grandes hombres y mujeres de la historia han encontrado obstáculos y barreras a su éxito. Cuando alguien nos dice que no podemos hacer algo, en lugar de considerarlo como un fracaso, deja en tu mente espacio para pensar al menos que quizás esa persona o personas están equivocadas. Resulta muy reconfortante hacer cosas y alcanzar metas que otros consideran son imposibles. Cuando una puerta se cierra ante ti, puede que tu estrategia esté equivocada y necesita ser mejorada, pero también puede ser que la persona que cierra esa puerta está completamente equivocada.

Siempre debes creer en ti mismo con todo tu corazón y estar convencido de que triunfarás. También debes estar convencido de estar en el camino correcto y ganarás siempre que mantengas tu rumbo, seas tenaz y no te rindas. No dejes jamás que los comentarios o pensamientos de los demás te impidan alcanzar tus metas en la vida. Recuerda que “lo que cuesta desanimarte está en relación directa con la fortaleza de tu creencia en ti mismo”.

También es cierto que antes de poder tener éxito, debemos crecer como personas; dicho de otro modo para que nuestras vidas mejoren, nosotros mismos tenemos que mejorar.

Si dejamos de aprender, dejamos de crecer. Para crecer realmente como individuo, siempre deberás hacer un esfuerzo y salir de tu “zona de confort”. Básicamente debes hacer lo que hacen las personas de éxito, aprende a hacer lo que otros no aprenderán y eventualmente podrás hacer lo que otros nunca podrán hacer.