martes, 21 de septiembre de 2010

El Anillo del Rey


Esta que sigue no es, evidentemente, una historia de la que yo sea autor. Sin embargo quería que figurase en este espacio y en este momento. Si no la conocíais, espero que os guste, si ya la habíais leído, seguro que os gustará recordarla.

Hubo una vez un rey que llamó a los sabios de la corte para darles un encargo:
- Me estoy fabricando un precioso anillo de oro con un gran diamante. Abajo del diamante, quiero guardar algún mensaje que me ayudará a mi y a todo hombre en los momentos difíciles de la vida. Obviamente, tiene que ser un mensaje pequeño para que quepa en el anillo.
Todos esos sabios eran grandes eruditos. Podrían haber escrito grandes tratados sobre cualquier tema. Así que pusieron sus mentes a trabajar.
Durante un año, pensaban y debatían. Buscaban en todos sus libros. Consultaron a otros sabios en países lejanos. Pero no podían encontrar nada. Y tuvieron que reportar su falla al rey.
Cuando reportaban esto, estaba presente un anciano sirviente de la familia real, conocido por su devoción al misticismo. Éste intervino diciendo:
- Oh, Majestad, No tengo estudios, no soy un erudito, ni un académico. Pero creo tener lo que le servirá. Y el anciano místico escribió algo en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey, diciendo:
- Pero no lo leas ahora. Mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación.
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Eran pocos sus seguidores y los perseguidores eran numerosos. Se sentía desesperado y al punto de rendirse.
De repente, se acordó del anillo. Sacó el papel y allí encontró su pequeño mensaje, lo que decía simplemente:

"Esto también pasará"

Aquellas palabras le resultaron milagrosas. Le inspiraron nueva fe y coraje. Redobló sus esfuerzos y escapó. Al fin de un año, logró reunir a sus ejércitos y reconquistó el reino.
Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital, hubo una gran celebración en el palacio con música, bailes, comida, etc. El Rey presidía las festividades desde su trono, sintiéndose muy orgulloso de sí mismo.
El anciano místico se acercó y le dijo:
- Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
- ¿Qué quieres decir? -preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso; la gente celebra mi regreso; no estoy desesperado; no me encuentro en una situación sin salida.
El anciano respondió:
- Ese mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje:
"Esto también pasará"
El anciano le dijo: - TODO PASA. Ninguna cosa y ninguna emoción son permanentes. Todo viene y va como el día y la noche. Habrá momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la vida; es la naturaleza misma de la existencia.

Y ahora un poema (en inglés, sorry!) sobre esta historia.
I.
Once in Persia reigned a King,
Who upon his signet ring
Graved a maxim true and wise,
Which, if held before his eyes,
Gave him counsel, at a glance,
Fit for every change or chance:
Solemn words, and these are they:
'Even this shall pass away!'

II.
Trains of camels through the sand
Brought him gems from Samarcand;
Fleets of galleys through the seas
Brought him pearls to rival these.
But he counted little gain
Treasures of the mine or main.
What is wealth? the King would say;
'Even this shall pass away.'

III.
In the revels of his court,
At the zenith of the sport,
When the palms of all his guests
Burned with clapping at his jests,
He, amid his figs and wine,
Cried, O loving friends of mine!
Pleasure comes, but not to stay:
'Even this shall pass away.'

IV.
Lady fairest ever seen
Was the bride he crowned his queen.
Pillowed on the marriage-bed,
Whispering to his soul, he said,
Though a bridegroom never pressed
Dearer bosom to his breast,
Mortal flesh must come to clay:
'Even this shall pass away.'

V.
Fighting on a furious field,
Once a javelin pierced his shield.
Soldiers with a loud lament
Bore him bleeding to his tent.
Groaning from his tortured side,
Pain is hard to bear, he cried,
But with patience day by day,
'Even this shall pass away.'

VI.
Towering in the public square
Twenty cubits in the air,
Rose his statue carved in stone.
Then the King, disguised, unknown,
Gazing at his sculptured name,
Asked himself,And what is fame?
Fame is but a slow decay:
'Even this shall pass away.'

VII.
Struck with palsy, sere and old,
Waiting at the Gates of Gold,
Spake he with his dying breath,
Life is done, but what is Death?
Then, in answer to the King,
Fell a sunbeam on his ring,
Showing by a heavenly ray --
Even this shall pass away.

Source Book
The Sexton's Tale, And Other Poems.
by Theodore Tilton

viernes, 10 de septiembre de 2010

Aquí y Ahora


“No es posible asegurar el futuro. Sólo es posible perder el presente.”

Ivan Klima

Hoy no es año nuevo ni anoche fue NocheVieja, pero cada día es en realidad, y aunque suene a manido e incluso cursi, el primer día del resto de nuestra vida. Un día, una semana, un mes, un año por delante que para todos serán únicos e irrepetibles en nuestras vidas. Días, semanas y meses que a veces se parecerán mucho unos a otros, cosa que deberemos evitar en la medida de lo posible claro. Para afrontar con mayores posibilidades de éxito ese reto, para aprovechar todo el potencial que ese nuevo día nos ofrece, compartiré con vosotros mi preocupación ante dos posibles peligros, dos posibles amenazas, que encontramos todos en el inicio de cada nuevo día, cada nuevo mes, cada nuevo año, y os indicaré el camino que intento seguir yo y que espero algunos de vosotros valoréis y quizás sigáis conmigo. Las amenazas son seguir viviendo en el pasado y querer vivir en el futuro y el camino que yo os animo a seguir es el de vivir el hoy, vivir el presente, hora a hora, día a día.

Es difícil vencer el atractivo de vivir en el pasado, en el estamos seguros, sabemos a lo que atenernos, lo conocemos. Pero el pasado no nos hará ganar el presente. La tentación de vivir en el pasado puede provenir del hecho de que éste fue horrible o fue maravilloso, da igual. No insistas, en cualquier caso lo tienes que dejar atrás porque sólo se puede vivir en el presente. Si vuelves al pasado porque te hacen sufrir los remordimientos, has de tener muy claro que por mucho que hagas, no puedes volver atrás y deshacer lo que has hecho. Si te aferras a la culpabilidad, no harás más que dañarte a ti mismo. Todos, y yo el primero, hemos tomado malas decisiones, adoptado malas actitudes, malos comportamientos, que han afectado de manera negativa a las personas que nos rodean y a las que pretendíamos amar, pero a las que hemos hecho daño. Hay algo, sin embargo, que puedes llevar a cabo para hacer “borrón y cuenta nueva”, para empezar de nuevo. Puedes tomar la determinación de no volver a tomar esas malas decisiones, adoptar esas malas actitudes, esos malos comportamientos. Eso es todo lo que se puede pedir, que reconozcamos que metimos la pata y que hagamos todo lo posible por no repetirlo. En cambio, si el pasado fue mejor para ti y añoras los “días de gloria”, aprende a apreciar los recuerdos pero muévete también y haz un verdadero esfuerzo por encontrar otras cosas positivas aquí y ahora, hoy. Todos hemos dejado algo bueno atrás y encontramos nuevos retos, nuevas metas con las que inspirarnos. Una vez leí una analogía que me ayudará en este sentido. Mira al pasado, el día de ayer, como una habitación separada de aquella en la que vives ahora, en la que vives hoy. Puedes entrar en ella pero ya no puedes vivir en ella. Puedes ir de visita pero ya no es tu hogar. Tu hogar está aquí y ahora. Cada segundo de este presente es precioso. No malgastes ni tires ese tiempo precioso invirtiendo demasiado esfuerzo y energía en esa vieja habitación. No te pierdas lo que está sucediendo ahora, lo que puedes hacer y lograr ahora, porque estabas demasiado ocupado mirando hacia atrás, o más tarde estarás ocupado mirando hacia atrás a este momento preciso, a este día, a este año, y preguntándote por qué lo malgastaste.

¿Y por qué querer vivir en el futuro es también una amenaza, preguntaréis muchos?. Si el futuro es donde está todo lo que quiero ser, todo lo que quiero conseguir. Alguno incluso gritará, “pero si el futuro es donde voy a tener éxito, a ser feliz, a ser rico, donde voy a estar enamorado, a tener trabajo, etc., etc.”. Sí, esos pueden ser planes o sueños o cualquier otra cosa, pero de nuevo, donde estás es aquí y ahora. Este es el momento que has estado esperando toda tu vida. Verás, tener esos anhelos, esos deseos, esos sueños, es fabuloso, no permitas que nadie te diga que soñar es malo, debes soñar y soñar mucho, pero aprecia que eres tú, precisamente ahora quien está soñando. Disfruta del anhelo y del deseo. Disfruta de estar vivo, de tener salud, fuerza y vitalidad para soñar y anhelar todo eso. Vivir el presente no significa que lo olvides todo, tus responsabilidades y tus deberes, para ser un hedonista total. Simplemente significa, tomarse un momento de vez en cuando, para apreciar el hecho de estar vivo y tratar de actuar con arreglo al hoy, que importa y mucho, y vivir la vida plenamente, precisamente aquí y precisamente ahora. No podemos proyectar toda nuestra posible felicidad en el futuro: “ah si fuese más joven, o más rico, o más delgado, si estuviera más enamorado, si tuviera un trabajo mejor, un coche mejor…” la lista es interminable. “Todo sería perfecto si tan sólo cambiase esto o aquello”. ¿No es verdad?. Pues por desgracia no. No funciona así. Porque cuando esto o aquello cambia, siempre habrá algo más, esperando su turno y posponiendo esa felicidad, que nunca termina de llegar, para una fecha posterior.

La clave es apreciar lo que se tiene precisamente ahora y soñar con un plan. O lo que es lo mismo, tener sueños y un plan para alcanzarlos pero trabajar en ese plan, día a día, momento a momento, viviéndolos intensamente. De esa forma creo que todos seremos un poco más felices ahora que si estuviéramos constantemente contemplando el futuro, donde reside aparentemente la felicidad. Una felicidad que realmente ya sabes que siempre llevabas dentro de ti. ¿Ah, qué no lo sabes?. ¿Qué sigues buscando la felicidad en otras cosas, en tu relación con otras personas? ¿Y no la encuentras?. No, no te voy a decir dónde encontrarla, pero te daré una pista, al fin y al cabo tienes que encontrarla tú mismo. Hay un lugar donde nunca pensabas buscar, sí, dentro de ti, precisamente. Búscala y encuéntrala, está ahí. Y está ahí ahora, en este preciso momento, no se ha movido de ahí dentro en ningún instante.

¡Éxito, salud y felicidad (ya sabéis donde está) para todos!

jueves, 12 de agosto de 2010

Elige a los pocos felices


A menudo me repito una frase/consejo que me gusta mucho y que dice así: “Elige a los pocos felices”, o en su versión original en inglés, cuando la leí por primera vez, “Chose the happy few”. Esto hace referencia a que en nuestra vida, todos vamos a encontrar y relacionarnos con muchas personas. Unos, los más, negativos, criticones, pesimistas y cínicos; otros, los menos, positivos, optimistas, ilusionantes, entusiastas. Elige siempre a estos últimos para relacionarte con ellos, y aléjate de los otros. De nuevo, “elige a los pocos felices”.

Cada vez que a lo largo de tu vida tomes una decisión de emprender un nuevo camino, dar un giro a tu existencia para alcanzar nuevos objetivos y metas y comiences a ponerte en marcha va a generarse mucha “actividad” y tomas de posición entre las personas que te rodean, amigos, familiares, conocidos… Mi consejo es que intentes alejarte, educadamente pero con decisión, de aquellos “amigos” que no apoyen los cambios que estás buscando aplicar en tu vida. Y te aseguro que los habrá.

En general estarán celosos o con miedo cada vez que plantees o se plasmen estos cambios. Cuando te vean auto-motivado, verán en ello su carencia de auto-motivación. Cuando te vean ilusionado y entusiasta, verán en ti su carencia de ambos. De mil formas sutiles intentarán tirar de ti y bajarte de nuevo a donde estabas. Has de estar prevenido ante este tipo de actitudes y comportamientos por parte de tus amigos y familiares.

Las personas con las que te relacionas, afectan a tu vida de una manera u otra. Si te asocias con cínicos, tirarán de ti hacia abajo. Si te relacionas, en cambio, con personas que te apoyan, comprenden, animan, a ser feliz y tener éxito en poner en práctica tus sueños y proyectos, contarás con una gran ventaja para alcanzar esas metas y objetivos.

A lo largo del día se nos presentan muchas ocasiones para elegir con quien hablar y relacionarnos. No te contentes con las clásicas charlas de cotilleos y sesiones de crítica a todo y todos. Esto te absorberá la energía y debilitará tu optimismo. Todos sabemos bien quienes son los que nos animan y refuerzan nuestra auto-estima y quienes, de las personas con las que nos relacionamos, son los que nos deprimen y nos hacen sentirnos un poco peor y verlo todo un poco más difícil. A partir de ahora sabes que está bien tener cuidado a la hora de elegir con quien pasamos nuestro tiempo y nos relacionamos.

En uno de sus inspiradores libros, Andrew Weil recomienda: “Haz una lista con tus amigos y conocidos en cuya compañía te sientes más vivo, feliz y optimista. Elige a uno de ellos y planifica pasar tiempo con él o ella esta semana”.

Cuando te relacionas con un cínico, parece como si las posibilidades, las oportunidades, desapareciesen. De repente todo parece un poco más gris y triste y una sensación depresiva de fatalismo parece que envolviese la conversación. Ya no hay ideas nuevas ni sentido del humor.

Por otro lado, el entusiasmo y optimismo, el sentido positivo de ver las cosas, es altamente contagioso. Y charlar con un optimista positivo, siempre parece abrir nuevos caminos para explorar y descubrir. Al poco la vida parece ofrecer nuevas posibilidades y mejores oportunidades.

Recuerda también que esas posturas, esas opiniones, esos “consejos bien intencionados” de los que te rodean, serían probablemente similares si en lugar del proyecto que estás poniendo en marcha en este momento hubieses decidido poner en marcha cualquier otro. Estoy convencido de que si lo que hubieses decidido poner en marcha es una zapatería o un proyecto de O.N.G. para ayudar a los niños del tercer mundo, también te estarían haciendo ver “todo lo que puede ir mal” y aconsejándote que lo mejor es que te dejes de “locuras” y te quedes como estás…A fin de cuentas ya sabes lo que dice el refrán, “quien bien te quiere te hará llorar”.

miércoles, 4 de agosto de 2010

LAS COSAS IMPORTANTES EN LA VIDA


Esta historia llegó a mis manos hace varios años y la he contado en más de una presentación, una vez hasta la conté en francés para un auditorio de más de 800 personas en París!!. La he leído en varias versiones e incluso me ha llegado convertida en power point con algún e-mail. A mi me gusta esta versión y sobre todo la parte final del par de cervezas.

Un profesor de filosofía estaba en pie frente a sus alumnos con unos cuantos objetos frente a él sobre su mesa. Cuando comenzó la clase, sin decir una palabra tomó un gran bote de mayonesa vacío y lo llegó con piedras de unos 4 cm de diámetro.

Entonces preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno, todos ellos confirmaron que si lo estaba. Así que entonces el profesor tomó una caja con chinos y los vertió en el bote. Agitó el bote ligeramente y los chinos, por supuesto, rodaron hacia las zonas vacías entre las piedras.

De nuevo preguntó a los estudiantes si el bote estaba lleno. Todos asintieron.

El profesor levantó entonces una caja llena de fina arena y comenzó a echarla en el bote. Por supuesto la arena llenó todos los espacios vacíos que aun quedaban.

Una vez más preguntó si el bote estaba lleno. Los estudiantes respondieron todos al unísono “SI”.

Entonces el profesor sacó dos latas de cerveza de debajo de la mesa y procedió a verter todo su contenido en el bote, empapando la arena y ocupando todo el espacio disponible aun. Los estudiantes rieron y rieron.

“Pues ahora”, dijo el profesor, a medida que cesaban las risas, “quiero que reconozcáis que este bote representa vuestra vida. Las piedras son las cosas importantes: vuestra familia, vuestra compañera o compañero, vuestra salud, vuestros hijos, cosas que, si todo lo demás se perdiese y sólo ellas permanecieran, vuestra vida seguiría estando llena.”

” Los chinos son las otras cosas que también importan, como vuestro trabajo, vuestra casa, vuestro coche…”

”La arena es todo lo demás. Las cosas pequeñas. Si ponéis la arena en el bote lo primero” continuó, “no habrá sitio para nada más, ni para los chinos ni para las piedras. Lo mismo ocurre en vuestra vida. Si usáis vuestro tiempo y energías con las cosas pequeñas, nunca tendréis sitio para las cosas que son importantes para vosotros. Poned atención en las cosas que son críticas para vuestra felicidad. Jugad con vuestros hijos, encontrad tiempo para haceros un chequeo médico, llevad a vuestra compañera a bailar... Siempre habrá tiempo para ir a trabajar, limpiar la casa, hacer una fiesta y tirar la basura después”.

”Ocuparos de las piedras primero, de las cosas que realmente importan. Estableced vuestras prioridades. El resto es sólo arena…”

Uno de los estudiantes levantó entonces la mano y preguntó “¿Qué representa la cerveza?”

El profesor sonrió. “Me alegra que me hagas esa pregunta. Simplemente sirve para ilustrar que, no importa como de llena esté vuestra vida, siempre habrá sitio para un par de cervezas...”

sábado, 26 de junio de 2010

La "paradoja" del liderazgo

“Liderar es servir, nada más y nada menos”

André Malraux, Filósofo Francés

Las personas se están auto-limitando todo el tiempo. Ya sea por una falta de auto-estima, poca seguridad en si mismas o infinidad de otras posibles razones, los seres humanos, sobre todo a medida que se hacen mayores y crece su “experiencia”, tienden a auto-limitarse, a no verse capaces o con fuerzas o a contar con las habilidades necesarias para alcanzar sus objetivos y metas. Estoy seguro de que esto es algo que a menudo verás en los equipos que intentas crear y liderar. Muy frecuentemente constatarás como te describen falsas barreras a su éxito y te relatan innumerables problemas imaginarios…

Una de tus habilidades como líder pues, es aprender a mostrar a tu gente que pueden conseguir mucho más de lo que ellos mismos creen. Demostrarles, de hecho, que ellos también pueden ser líderes un día igual que tú. Una de las razones más poderosas por las que te admirarán por tanto, es porque puedes ver su potencial, siempre ves su mejor lado y se lo muestras.

Puede que seas la primera persona en la vida de esa persona que ha creído en ella, que ha reconocido su trabajo y por tu causa, se convertirá en más capaz de lo que ella misma creía. A veces puede que tu creencia en ella le haga sentirse incómodo. Y esa incomodidad volverá cada vez que le pidas que alcance un objetivo un poco más ambicioso. Pero a ti eso no debe importarte, tu seguirás presionando con tu creencia en ella, estirándola un poco más, haciendo que crezca cada vez un poco más, como persona y como futuro líder.

Uno de los más grandes “gurús” americanos en la cuestión del liderazgo en los negocios, Robert Greenleaf (http://en.wikipedia.org/wiki/Robert_K._Greenleaf) desarrolló el concepto del “liderazgo sirviente”. Su argumentación, que ha sido desarrollada por infinidad de autores posteriormente, quizás el más conocido entre nosotros sea James C. Hunter con su libro "La Paradoja" (en inglés "The Servant: A Simple Story About the True Essence of Leadership") es que un líder es alguien que sirve a aquellos que le siguen, y que continúa sirviéndoles todo el camino, especialmente a través del sacar siempre lo mejor que todos llevan dentro, y negándose a aceptar sus limitaciones auto impuestas o sus auto-negaciones.

Las personas que intentas liderar puede que tengan defectos como personas, como seres humanos, pero como triunfadores desde luego que no.

Greenleaf decía, “Cualquiera puede liderar a gente perfecta –si hubiese alguna. Pero no hay gente perfecta y los padres que intentan criar hijos perfectos seguramente terminarán habiendo criado a perfectos neuróticos”

“Es parte del enigma de la naturaleza humana que la persona ‘típica’ –inmadura, insegura, inepta, perezosa- es capaz de alcanzar una gran dedicación o heroísmo si es liderada con sabiduría. El secreto de la construcción de equipos está en ser capaz de aunar a un grupo de ese tipo de personas haciendo que crezcan y se desarrollen más de lo que normalmente harían”.

Un liderazgo eficaz, inspirador, focalizado en el servicio a los demás, es un método eficaz de extraer lo mejor de otros y desarrollar grandes niveles de auto-estima. Pero el trabajo empieza en casa…Si yo soy un líder, todo comienza con mi propia auto-confianza. Los humanos encontramos mucho más fácil seguir a personas con grandes dosis de auto-confianza. Nos resulta más sencillo unirnos a un proyecto en el que la persona que nos recluta es alguien claramente segura de si misma y segura de aquello de lo que habla.

La economía mundial y en particular la de nuestro país pasan actualmente por momentos difíciles, momentos de CRISIS… Pues bien, recuerda que en toda crisis se encuentra el germen de las mayores oportunidades, oportunidades de liderar a personas capaces.

viernes, 25 de junio de 2010

“Nuestro primer deber es no ser pobres”

El egoísmo verdaderamente inteligente consiste en procurar que los demás estén muy bien.

Para que, de este modo, uno esté algo mejor.

Oscar Wilde

Siempre he pensado, y cada día estoy más convencido de ello, que una de las mejores formas de auto-motivación que existen es incrementar la cantidad de dinero que entra en tu vida.

A muchas personas este pensamiento les puede resultar hasta embarazoso o vergonzoso. En realidad es como si no quisieran “pensar y enriquecerse” como animaba a hacer Napoleón Hill en su famoso libro, pues piensan que serían considerados por los demás como egoístas o avariciosos. O puede que aún otorguen cierto valor a la desacreditada “superstición” marxista de que para ganar dinero tienes que quitárselo a otros, o piensen que no quieren aparecer como que están obsesionados con el dinero.

Pero sabéis quien está normalmente obsesionado con el dinero? Aquellos que no lo tienen!. Están todo el día obsesionados con el dinero… Está presente en sus discusiones familiares, en sus mentes insomnes durante la noche, y se convierte en una fuerza destructiva de sus relaciones durante el día.

En mi opinión, la mejor forma de no estar obsesionado con el dinero es confiar plenamente en tu plan de juego para ganar el camino hacia tu independencia económica. Como dijo George Bernard Shaw, “Nuestro primer deber es no ser pobres”.

Y el camino hacia ese objetivo discurre siempre a través de nuestras relaciones profesionales y personales en la vida. Cuanto más sirvas esas relaciones, más productivas se convertirán estas y más dinero ganarás.

“El dinero es la energía vital que intercambiamos y usamos como resultado del servicio que proporcionamos al universo”, dijo Deepak Chopra en “Creando riqueza”. Cuando finalmente comprendes que el dinero fluye desde el servicio a los demás, estás en disposición de entender algo incluso más valioso: cantidades inesperadas de dinero fluyen desde inesperadamente grandes dosis de servicio.

Y la forma de generar servicios inesperados hacia las personas en tu vida es preguntándote, “Qué esperan ellos?”. Una vez que hayas contestado a esa pregunta, entonces pregúntate, “Qué puedo hacer que ellos no estén esperando recibir?”. A fin de cuentas, son siempre los servicios que no esperas los que generan los mayores comentarios, no es cierto? Y siempre son esos comentarios sobre ti, los que incrementarán tu valor profesional.

Como también Napoleon Hill repetía, las mayores riquezas provienen de recorrer ese kilómetro extra, de ese esfuerzo adicional, de ese detalle inesperado. Y siempre resulta una inteligente estrategia de negocios el hacer un poco más, ofrecer un poco más, de aquello por lo que te pagan.

Resulta casi imposible disfrutar de una vida llena de propósito y auto-motivación cuando estás preocupado por el dinero. No te avergüences por acordarle a este asunto una buena cantidad de tiempo de reflexión. Pensar en el dinero con una cierta antelación, te liberará de tener que pensar de forma preocupada sobre él más adelante.

Resultará siempre muy positivo que unas mentalmente en tu subconsciente el bienestar financiero con una capacidad creciente de compasión para con los demás. Si vivo en la pobreza, cuánto amor y atención puedo dedicar a mis hijos o a mis familiares, amigos, vecinos o colegas? Cuánto podré realmente ayudar a los demás si yo mismo, por falta de planificación o de no estar a la altura de las oportunidades que me ofrezca la vida, estoy inmerso en mis propios problemas económicos?

En definitiva y resumiendo, volviendo finalmente de nuevo a Napoleon Hill, “Ser pobre no es una desgracia, pero desde luego no es algo recomendable.”

sábado, 9 de mayo de 2009

MOTIVOS en acción


Hay una cita de Jim Rohn, uno de los más grandes filósofos de negocios mundiales y un verdadero “gurú” del marketing de redes, que me llamó poderosamente la atención. La cita decía así:

“Si alguien va por el camino equivocado, no necesita motivación para que vaya más rápido. Lo que necesita es educación para que se de la vuelta”

Muy a menudo, demasiado a menudo a veces, vemos en la “motivación” la panacea que resolverá todos los problemas y nos ayudará a superar todos los retos. Nos parece que la causa de

 nuestra falta de éxito o la lentitud de nuestro progreso está en que no contamos con alguien o algo que nos de un “empujoncito” para superar las dificultades, para ayudarnos a levantarnos del sillón, donde estamos tan cómodos y salgamos ahí fuera a comernos el mundo… Pero ese es un enfoque completamente erróneo en mi opinión. Como tantas veces digo y por eso está también en la cabecera de este este blog, la mejor motivación, la verdaderamente eficaz motivación, es la AUTO-MOTIVACIÓN, es decir, la motivación que nos viene de dentro.  A menudo oímos a algunos que dicen, con estas o parecidas palabras, “ojala viniese alguien a motivarme…” o “necesitamos que alguien venga y nos motive…” Pero qué ocurre si esa persona no aparece?. Como dice también Jim Rohn, “tienes que tener un plan mejor para tu vida”, hay que tener un “plan B” por si esa persona finalmente no aparece o por si, aún apareciendo, resulta que esa motivación del momento no nos sirve para seguir trabajando duro, con consistencia y compromiso, en alcanzar las metas y objetivos que nos hemos trazado al principio de empezar nuestro camino.

Como dice Denis Waitley, quizás de una forma poco políticamente correcta… “la motivación sola no es suficiente. Si tienes un idiota y lo motivas, ahora tienes un idiota motivado”. Cuál es entonces el secreto de la verdadera motivación? Cómo se consigue esa Auto-motivación que es lo único que, como veíamos, realmente funciona? Pues en mi modesta opinión y jugando un poco con las palabras, la motivación no es otra cosa que MOTIVOS EN ACCION. Es decir la esencia de esa Auto-motivación, el combustible de ese motor de combustión interna que es la única fuerza motriz que nos va a permitir que nuestro vehículo, nuestro proyecto despegue, es nuestro Por qué?. El motivo o motivos que nos han traído a embarcarnos en nuestro proyecto de vida o profesional. Tenemos que tener muy claro e inclus

o idealmente haberlas formulado por escrito, las razones por las que queremos introducir un cambio en nuestra vida. Y todo ello porque, como dice la conocida cita, si no sabemos a dónde vamos, cualquier camino nos dirigirá allí, y ni siquiera sabremos si es el camino equivocado…

Pero esos motivos, ese por qué, no dejarían de ser un conjunto de sueños, de proyectos, de planes, si no nos ponemos en acción. Sino comenzamos a andar. Y ese caminar sin detenernos, teniendo claro por qué estamos en el camino, es lo que constituirá la base inquebrantable de una potente y sólida auto-motivación. Será la gasolina que alimentará continua y seguramente nuestro motor de combustión interna.

El otro secreto del éxito, para no avanzar de forma alegre y motivada por el camino equivocado como reseñaba Jim Rohn, será el recibir la oportuna formación, el mejor entrenamiento. Y de nuevo aquí, no habrá mejor maestro que aprender nosotros mismos. Será bueno equivocarnos, todos lo hacemos. El fracaso, como ya dije en otra entrada, no es lo contrario del é

xito, es simplemente experiencia. Piedras con las que tropezamos pero que a la vez se vuelven puntos de apoyo en nuestro camino hacia el triunfo. Aprende!

Una vez más, la oportunidad está ahí al alcance de todos. Las condiciones y requisitos para el éxito y la prosperidad son los mismos para todos. Ahora la decisión es tuya, pondré (YO) todos los medios y procuraré (YO) crear todos los hábitos y comportamientos que me acerquen a la meta, o seguiré buscando excusas para justificar que no estoy donde quería estar?

Recuerda: MOTIVOS EN ACCIÓN!!

miércoles, 29 de abril de 2009

La "Ciencia" del Optimismo


Ningún pesimista ha descubierto el secreto de las estrellas, ni ha navegado por mares desconocidos,ni ha abierto una nueva puerta al espíritu humano”

Hellen Keller

Quiero comenzar estas líneas recogiendo una cita que incluía un colega en su carta mensual para la revista de la filial en Gran Bretaña de nuestra empresa. La cita se llama “Cosas que mantener” y dice así:

Mantén tus pensamientos positivos, porque tus pensamientos se convierten en tus palabras.

Mantén tus palabras positivas, porque tus palabras se convierten en tus acciones.

Mantén tus acciones positivas, porque tus acciones se convierten en tus hábitos.

Mantén tus hábitos positivos, porque tus hábitos se convierten en tu estilo de vida.

Mantén tu estilo de vida positivo, porque tu estilo de vida se convierte en tu destino.

Hace un par de años leí un libro, que os recomiendo a todos, titulado “La fuerza del optimismo” (editorial Santillana colección Punto de lectura). Su autor es Luis Rojas Marcos, médico psiquiatra español de reconocido prestigio internacional, quien desde 1995 y hasta 2002 dirigió el sistema de sanidad y hospitales públicos de la ciudad de Nueva York. En su dedicatoria, el Dr. Rojas Marcos honra a aquellos hombres y mujeres que están abiertos a la idea de que la dicha y la desdicha, o la felicidad o infelicidad, no dependen tanto de los avatares de la vida, como del significado que les damos a estos. Por ende podríamos decir que no es lo que te ocurre en la vida lo que determina cuál será tu destino o cómo de lejos llegarás en tu vida; sino que, bien al contrario, es el cómo manejes tu lo que te ocurre o sucede, lo que determinará dicho destino.

Hoy en día podemos hablar de la existencia de una verdadera “ciencia del optimismo”, un asunto que ha sido estudiado desde los albores de la filosofía y la ciencia, pero que en las últimas décadas ha resurgido con infinidad de estudios y autores llevando a cabo estudios teóricos y empíricos sobre la potente y a veces poco valorada fuerza de este sesgo del carácter humano. Hoy en día sabemos a ciencia cierta como una actitud positiva y optimista de los seres humanos, tiene un efecto directo y cuantificable en la salud de las personas, en su capacidad para recuperarse de enfermedades serias y graves, en la calidad de sus relaciones con sus semejantes, en el éxito o fracaso de proyectos profesionales y en el trabajo en general, en la política, en el deporte, en todas las facetas de la vida humana en suma. En la actualidad sabemos y podemos afirmar por tanto, que aquellas personas que mantienen en sus vidas una actitud optimista, que busca las posibilidades en cada ocasión o situación y si no las encuentra las crea, son personas que vivirán más tiempo, estarán más sanas, triunfarán en sus trabajos y en sus relaciones y serán en definitiva bastante más felices que aquellas otras que siempre “ven la botella medio vacía”, siempre encuentran algo de lo que quejarse y cualquier reto que les plantea la vida se convierte de inmediato en un problema que difícilmente creen poder superar y que, evidentemente, se convertirá de inmediato en la excusa perfecta para justificar sus fracasos, su indecisión, sus temores, su inmovilismo.

Como dijo Bertrand Russell en su libro “La conquista de la felicidad”, “Quienes dejan de fijarse en el polvo que la criada no ha limpiado, en las patatas que la cocinera no ha cocinado, o en el hollín que el deshollinador no ha deshollinado… notarán que la vida es mucho más agradable que cuando se sentían constantemente preocupados o irritados por estas cosas”. El mayor reto estriba, sin embargo, en que a menudo los seres humanos no somos conscientes de la actitud que mantenemos y de los efectos que ésta puede tener sobre todo lo que nos ocurre y cómo se desarrolla nuestra vida. El optimismo es algo innato en muchas personas, que no son conscientes de que esa es precisamente la clave de su éxito, la llave de su destino afortunado. De forma similar, mucho más frecuentemente incluso, muchos de aquellos que viven vidas de soledad y desesperanza, que “sufren” una pobre salud, que no consiguen mantener relaciones felices, que se sienten desdichados e incomprendidos y que, por mucho que se esfuercen, no consiguen alcanzar sus sueños y triunfar, no son conscientes de que la causa principal de toda esa desdicha y desesperanza está en su interior, está en su actitud negativa, pesimista y derrotista.

Recordad también finalmente que cuando elijáis una actitud para afrontar los avatares que os presente la vida y para relacionaros con los demás, estaréis también eligiendo en gran medida la forma en que la vida y los demás os tratarán a vosotros. 

martes, 21 de abril de 2009

Failure is not an option!!


En agosto de 2006, con ocasión de un evento internacional de la empresa para la que trabajaba, visité la ciudad de Houston, Texas. Al volver, escribí estas líneas:

Ahora ya a título personal, el otro momento álgido de nuestra visita a la ciudad de Houston, fue poder visitar el Johnson Space Center de la NASA. Especialmente tener el privilegio de poder visitar y conocer el “Mission Control Center” o Centro de Control de Misiones, que es esa sala que habréis visto miles de veces en la televisión y el cine (y que figura en la imagen de la cabecera de este blog) y desde la que se han controlado las misiones espaciales de la NASA, desde los primeros años 60 hasta 1996, cuando dicha función pasó a ser realizada desde otra instalación en el mismo centro. Al visitar dicha sala, nos sentamos tras unos cristales en la parte posterior, en los mismos asientos que durante años ocuparon los familiares de los astronautas, dignatarios y autoridades internacionales y varios presidentes de los Estados Unidos, durante las misiones espaciales. Mi sensación era la de estar en el centro de un lugar histórico, de hecho la sala está declarada como tal, y revivir momentos de especial relevancia para la humanidad, como el lanzamiento de los primeros viajes espaciales, con las misiones Gemini y Mercury, o la llegada del hombre a la luna con las misiones Apollo, y las misiones de los transbordadores espaciales, con sus éxitos y tragedias todas ellas.

Sin embargo, al estar allí, escuché unas palabras de nuestro guía que generaron los pensamientos que quería también compartir con vosotros hoy. Al hablarnos de las características técnicas y los medios con los que contaban los responsables de aquella sala que llevaron con éxito a 12 hombres a la Luna o resolvieron situaciones muy delicadas como la famosa del Apollo XIII (“Houston tenemos un problema…”), nos dijeron que cualquier ordenador de sobremesa que cualquiera de nosotros puede tener en casa hoy en día, tiene 300 veces mayor poder de computación que todos los ordenadores con los que contaban esos hombres y que ocupaban una gran sala bajo dicho centro de control. Os lo imagináis?, 300 veces más capacidad! Resulta increíble, verdad?

Pues bien, al oír aquello, pensé en lo que aquellos hombres consiguieron alcanzar con aquellos medios limitados y como nosotros, muchas veces, todos nosotros, achacamos tan a menudo, nos excusamos tan frecuentemente, en que nuestro fracaso, nuestra falta de resultados, nuestro no éxito se debe a tales o cuales causas externas, a tales o cuales carencias de material o medios, que por supuesto, no son nuestra responsabilidad; sin reparar que probablemente las causas de ese no éxito están en nosotros mismos, en nuestra actitud deficiente, en nuestra inadecuada preparación o voluntad personal, en nuestra carencia de una ambición real de triunfar.

Estoy convencido de que aquellos hombres y mujeres de la NASA alcanzaron los hitos y hazañas históricas que alcanzaron, no por los medios y recursos con los que contaban, que evidentemente eran importantes para aquella época, sino por la voluntad de éxito que los guiaba, por el sentido de misión que impregnaba todas sus acciones y por la actitud que sabían mantener en todo momento para no dejarse amedrentar por las dificultades y problemas sabiendo que lo fundamental para el éxito estaba en ellos mismos. Una actitud que inspira la famosa frase pronunciada por Gene Krantz, Jefe de control de misiones durante años en la NASA (interpretado por Ed Harris en Apollo XIII), quien ante los retos que planteó la peligrosa situación originada durante la misión del Apollo XIII, dijo aquello de “Failure is not an option”, el fracaso no es una opción.

Por ello os animo a que, en vuestro día a día, mientras planificáis y desarrolláis vuestros objetivos y vuestro trabajo, os olvidéis un poco de los medios, mejores o peores, limitados o completos con los que podáis contar para el desarrollo de vuestras empresas, y reflexionéis un poco sobre lo esencial de vuestra persona, vuestra voluntad, vuestra actitud, vuestras ganas reales de hacer lo que haga falta para triunfar y os preguntéis a menudo si, para vosotros también, el fracaso no es una opción. Estoy convencido de que si lo hacéis así, el éxito estará asegurado.

Más adelante leí otra anecdota, también relacionada con la NASA y esos hombres que me pareció fantástica y que quiero recordar con vosotros ahora. A principios del año 69 o finales del 68, recorría las instalaciones de la agencia, esta vez creo que en Cabo Kennedy, el presidente Lyndon B. Johnson. Por un pasillo se encontró con un celador o conserje, lo que allí llaman un "janitor". En un ejercicio típico de relaciones públicas de político, lo saludó estrechandole la mano y le preguntó: "Y usted a qué se dedica aquí?" A lo que el hombre le contestó con toda seguridad y naturalidad: "Pues verá Señor Presidente, estamos trabajando para poner un hombre en la Luna...". Eso, creo yo, es el mayor ejemplo de sentido de misión, compromiso personal y responsabilidad.

viernes, 17 de abril de 2009

La "Buena" Suerte

Improbe Neptunum accusat qui iterum naufragium facit.

(El que naufraga por segunda vez acusa injustamente a Neptuno)

Publilio Sirio, siglo I a. de C.

En esta ocasión quiero empezar por llamar vuestra atención sobre esta foto tan fantástica que seleccionamos en su día para la portada de nuestra revista corporativa. Esa imagen, el trébol de cuatro hojas, representa el concepto clásico de la suerte o de la buena suerte. Pero qué es realmente la buena suerte?. Existe? Es algo que llega del cielo y sobre lo que no tenemos ninguna incidencia? Está nuestra vida regida por la suerte?. Para contestar a estas preguntas y alimentar vuestro espíritu os recomiendo no dejéis de leer el libro justamente titulado “La Buena Suerte” de Alex Rovira y Fernando Trías que publica la editorial Empresa activa. Imagino que muchos ya lo habréis leído, para aquellos que aún no lo habéis hecho os incluyo a continuación un extracto de cuál es su mensaje clave, su decálogo y por qué os puede ser tan útil su lectura para construir cualquier proyecto, vital o profesional que queráis poner en pie.

Cuál es el decálogo para hacer de la “buena suerte” una aliada:

 1) Es necesario que uno mismo la cree: “¡Quién si no! La suerte en general no dura mucho tiempo, pero si hablamos de la buena suerte, la que nace de la responsabilidad sobre la propia vida, ésa dura siempre, porque la creas tú mismo”. 

2) Hay que ir en su busca: “Hay mucha gente que quiere tener buena suerte, pero pocos los que deciden ir a por ella. Siempre hay más gente dispuesta a invertir en los juegos de azar que la que se propone trabajar para sacar una idea adelante y que, con ese esfuerzo, prospere”.

3) Es fundamental fijarse y aprender de los errores: “Si ahora no tienes buena suerte, tal vez sea porque las circunstancias son las de siempre. Para que aparezca la buena suerte es conveniente crear nuevas circunstancias y lo mejor para ello es fijarse en los errores. Si te fijas sólo en lo correcto te encontrarás en la misma situación una y otra vez. El error es la base del cambio y eso es importantísimo. Charles Darwin, por ejemplo, siempre llevaba una libreta encima para anotar todo aquello que no le cuadraba. Sabía que, de lo contrario, el subconsciente haría que lo olvidara. Darwin entendió que inspirándose en el error podría conseguir su objetivo”.

4) Se debe ser generoso: “Preparar las circunstancias de la buena suerte no es buscar únicamente el beneficio propio. Crear circunstancias para que otros también ganen atrae la buena suerte. Éste es uno de los principios más importantes, porque cuanto más das, más recibes, es como el efecto ‘boomerang’”. Es el principio que rige la ahora famosa "ley de la la atracción universal" referida en la película "boom" The Secret.

5) No dejar nada para mañana. “Si ‘dejas para mañana’ la preparación de las circunstancias, la buena suerte quizá nunca llegue. Crearlas requiere dar un primer paso... ¡Dalo hoy! Y es que lo contrario de la oportunidad es la incapacidad de aprovechar lo que tienes delante ahora”.

6) Se debe buscar en los pequeños detalles, en las circunstancias aparentemente innecesarias pero imprescindibles. “Hay que estar muy alerta, porque siempre hay un pequeño detalle que desvela la esencia del cambio, lo que te da buena suerte puede estar ahí. Es lo que le pasó a Alexander Fleming. El moho lo habían visto todos sus colegas, pero él fue el único que lo puso en el microscopio. Los grandes genios han sido aquellos capaces de hacer algo nuevo con lo que era evidente. Han puesto de manifiesto obviedades que otros no habían sido capaces de ver. Muchas veces los detalles pasan desapercibidos porque no se tiene la actitud adecuada. Si piensas que las cosas pasan porque sí, no ves nada más. Los detalles tienen una capacidad de cambio definitiva, igual que el error”.

7) No preocuparse por el azar. “A los que sólo creen en el azar, crear circunstancias les parece absurdo. A los que crean circunstancias el azar no les preocupa”.

8) Desconfiar de quien vende suerte. “Nadie puede vender suerte. La buena suerte no se vende. Ahí está la lotería: la probabilidad de que te toque es casi cero. Cada tres o cuatro semanas hay alguien que consigue mucho dinero, pero piensa en la cantidad de gente que ha jugado. Sin embargo, ese afortunado alimenta las esperanzas de los otros millones de personas. En realidad, lo que pasa es que a veces tenemos tantas ganas de realizar nuestro sueño que caemos rendidos ante cualquier persona que pase por delante y nos diga que él lo hará por nosotros”.

9) Hay que ser paciente y perseverante. “Cuando ya hayas creado todas las circunstancias, ten paciencia, no abandones. Para que la buena suerte llegue, confía. Hay que tener fe en lo que estás haciendo y tienes que creértelo para verlo y no al revés. La fórmula mágica para nosotros es: imaginación por deseo igual a realidad (IxD=R). El inconsciente no diferencia lo que es real de lo que no lo es. La imaginación es inmediata, imaginar da mucha energía y activa los mecanismos de percepción selectiva que te llevan a que aquello sea más fácil que se produzca. Además, la fe tiene mucho que ver con la capacidad de anticipar el resultado”.

10) La oportunidad siempre está ahí. “Crear buena suerte es preparar las circunstancias para la oportunidad, pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre está ahí! El mundo está lleno de oportunidades pero, claro, hay que buscarlas. Si no estás preparado, las circunstancias son neutras, pero si lo estás y tienes el coraje de dar un paso adelante estamos convencidos de que hay muchas más oportunidades que amenazas, la cuestión es dar el paso y romper la frontera, que muchas veces está definida por el miedo al fracaso”.

 A mi además, el ver este trébol me ha recordado algo que leí en su día en relación a las oportunidades que dejamos escapar en la vida, como la de construir un proyecto, de nuevo personal o profesional, sólido y lleno de éxitos y “suerte”. Y es que a veces estas oportunidades están llamando a la puerta de nuestra casa y nosotros no abrimos porque no hemos oído el timbre pues estamos en el jardín buscando… tréboles de cuatro hojas…